- Ignóralo. Esto es muy importante porque a los
hombres (en especial a los patanes) les excita sexualmente que los
ignores, y más si es sin razón; no funciona que le digas: “Te estoy
ignorando porque me enojé contigo cuando…”. ¡No! Sólo ignóralo, esto
despertará su interés.
- Enójate. Déjale de hablar. Porque sí. Así. Sin dar
explicaciones, sin hablarle en lo más mínimo. Y cada que sea lindo
contigo, recuérdale que estás enojada; pero no le digas por qué.
- Pelea. Dile de cosas. Golpéalo como niña chiquita
de primaria. ¿Ubicas de cuando peleaban con las chamarras del uniforme
de deportes, y así? Ah, pues ya tienes práctica. Hazlo. Esto lo hará
reír auque muy en el fondo dirá: “¿Qué demonios le pasa a esta loca?
¿Estara loca, pero por mí?”. Recuerda: no le des explicaciones.
- Sigue su juego. Como has despertado su curiosidad o
morbo (y has sido un poco obvia con respecto a que te agrada más que
como a un amigo cualquiera), él empezará a burlarse un poco con ciertos
jueguitos como: llegar y tomarte del brazo, llamarte “corazón”, y hasta
decirte “te amo”. Tú síguele el juego, actúa como si siguieras enojada.
Porque estás enojada. Y no piensas darle explicación alguna.
- Háblale como si nada. De un día para otro.
Confírmale su psicoanálisis falso acerca de tus trastornos de
personalidad. Sonríele, ve con él, y abrázalo con cariño.
- …pero sin dejar de seguir su juego.
- Dile que estás loca.
- Repite desde el paso #1 hasta notar resultados.
Moraleja: si te quiere, va a quererte con todo y tus dramas.